LA
BOMBA
ATOMICA
DE
HIROSHIMA
ERA
ALEMANA
ooo
LA
BOMBA ATÓMICA DE HIROSHIMA
SE
FABRICÓ EN LA ALEMANIA DE HITLER.
ALLÍ
SABÍAN LO QUE ERA EL ÁTOMO,
DEBIDO
A QUE DESECHARON
LA
BASURA CIENTÍFICA IMPERANTE
EN
LA CIENCIA OFICIAL.
ooo
LA
DIFERENCIA
TECNOLÓGICA
DE
ALEMANIA
LLEGÓ
A SER ABISMAL.
ooo
EL
GIGANTESCO
PROYECTO
MANNHATAN
FUE
UNA GIGANTESCA MENTIRA
UNA GIGANTESCA MENTIRA
ooo
LO
DE
LA
BOMBA ATÓMICA
FUE
UNO DE LOS CIENTOS
DE MILES
DE
CONOCIMIENTOS INCAUTADOS
CONOCIMIENTOS INCAUTADOS
ooo
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ARGUMENTOS SOBRE
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EN
NINGUNA OTRA
PARTE.
ooo
EL informe de hoy es continuación
del anterior : "El átomo convencional no existe" y en el voy
a dar razones de quien tenía el verdadero conocimiento de la
estructura del átomo y que por ello le fue posible obtener energía
en grandes cantidades por intermedio de éste conocimiento.
La
historia la explican los vencedores y por ello este asunto ha sido
totalmente falsificado. En primer lugar voy a aportar un artículo sobre la bomba atómica alemana escrito por Luigi Romersa, periodista que se hizo muy famoso al
describir la liberación de Musolini por parte de los alemanes. Este
artículo fue publicado en la "Revista Española de Defensa",
publicada por el Ministerio de Defensa, pero en esa revista y en la
Biblioteca Nacional solo aparecen los números posteriores a la fecha
de publicación de este artículo.
Ahora
he podido encontrar el artículo y os lo presento a continuación.
Luego iré exponiendo ideas y hechos tecnológicos que corroboran, además de lo que nos comunica Luigi Romersa, que
esa bomba fue hecha por los alemanes, que eran los únicos que en aquel tiempo tenían
los conocimientos adecuados para construirla.
Debo
aportar también la aclaración de que yo no soy ni de los nazis ni
de nadie ; yo solo soy de mi mismo y por ello me encuentro muy
satisfecho, razón por la cual no tengo ataduras de ningún tipo y
por ello me puedo dedicar a la búsqueda de la verdad, tanto a nivel
científico como histórico, y aportar un conjunto de ideas y hechos
difíciles de encontrar en su conjunto, y también porque el destino, además, me
los aporta con facilidad.
El
artículo que escribió Luigi Romersa es el siguiente :
LAS
ARMAS SECRETAS DE HITLER,
algo mas que fantasía.
ARMAS SECRETAS DE HITLER,
algo mas que fantasía.
La
Historia que me dispongo a contar parte de ciertas experiencias a las
cuales asistí hace 40 años y que tuvieron lugar -aún se encontraba
en curso la guerra mundial- , fueron definidas por muchos,
apresuradamente, de fantasías. En un primer momento las consideraron
fantasías, a decir verdad, también los servicios secretos
estadounidenses, ingleses y franceses los cuales, sin embargo,
debieron volver sobre sus pasos y tratar con todos los medios a su
disposición, de colocarse a buen recaudo.
Estoy
hablando de las armas secretas alemanas a las cuales se encuentra
estrechamente ligado el nombre, o mejor dicho, el genio de Wernher
von Braun, al cual me ligó, durante años, una amistad fraterna. En
concreto, desde 1944 hasta su muerte.
Que
Alemania hacia el final del conflicto, dispusiese de un arsenal de
armas que, con relación a las que normalmente usaban sus enemigos
por estructura y potencia desafiaban la fantasía, es un hecho
reconocido fuera ya de toda discusión.
Con
el fin de la guerra, el mito de estas armas terminó o, cuanto menos
fue archivado especialmente por quienes ante el primer anuncio del
empleo de medios capaces de revolucionar la técnica bélica, se
mostraron incrédulos y atribuyeron la sensacional declaración al
cerebro, siempre en fermento, de aquel brujo de la propaganda alemana
que fue el ministro Goebbels. Pero la capitulación de Alemania, con
la desaparición de las pesadillas que en los últimos meses habían
empujado a los Estados Mayores aliados a forzar las defensas
germánicas con un amplísimo empleo de hombre y de medios, abrió el
camino a la verdad y la historia de las armas secretas se convirtió
en una nueva rama de la ciencia militar al cual se aplicaron de
inmediato, y con extremo interés estadounidenses, ingleses y rusos.
En
1945, al anunciar oficialmente la victoria, Churchill dijo: “Los
descubrimientos recientemente llevados a cabo por nosotros en
territorio alemán, francés y holandés, muestran como el derrumbe
del enemigo libró a Gran Bretaña del peligro, gravísimo, no sólo
de los torpedos volantes y de los proyectiles cohetes, sino también
de las baterías múltiples de gran radio que estaban a punto de ser
instaladas contra Londres. Los Ejércitos aliados aplastaron la
víbora en su nido, justo a tiempo. Los alemanes estaban, además
alistando una nueva flota de sumergibles a inmersión continua y
estudiando una nueva táctica que, materializada, habría podido
llevar la guerra submarina a un grado equiparable a los peores días
de 1942”.
A
esta autorizada voz se unieron otras muchas llegándose a la
publicación de un verdadero y propio catálogo de aquello que los
científicos alemanes estaban aprontando para la Wehrmacht, cuando ya
había comenzado su agonía. El coronel D.L. Putt, del Mando de las
Fuerzas Armadas estadounidenses destacadas en los territorios
ocupados, no fue menos explícito que Churchill al comentar la
conclusión de las operaciones. “Sólo
unas pocas semanas más
-dijo- y
los alemanes habrían puesto en funcionamiento un arma resolutiva,
acoplando la V-2 a la bomba atómica de la que poseían dos ejemplares”.
Y después, el jefe supremo de las tropas de invasión, general
Eisenhower, en su libro “Cruzada en Europa“, escribió : Si
el enemigo hubiese podido ultimar la producción de sus nuevas armas
seis meses antes y usarlas en masa, nuestro desembarco habría sido
seriamente obstaculizado, sino convertido en imposible. Estoy
convencido que con el empleo de tales medios, los alemanes habrían
podido hacer fracasar nuestra operación “Overlord”.
Las
palabras de Eisenhower encontraron eco en una publicación de la
Universidad de Chicago titulada “El arma aérea de la SGM”, en la
que se lee : Para
los aliados la operación “Overlord” se resolvió
afortunadamente. Pero en los últimos meses los alemanes habrían
podido cambiar el curso de la guerra.
Tras
una primera oleada de revelaciones clamorosas, como he dicho, volvió
el silencio. Fue la aparición de los primeros platillos
volantes
lo que reavivó el recuerdo de las armas secretas alemanas y
relacionó el misterio de aquellas inalcanzables y velocísimas
máquinas a lo que Alemania produjo cuando se encontraba en las
últimas. ¿Había o no algo de verdad en todo esto? Lo veremos de
inmediato.
LAS
DUDAS DE MUSSOLINI
Sobre
la existencia o no de nuevos destructores ingenios con los cuales el
III Reich se aprestaba a revolucionar el arte bélico conocido hasta
entonces, se hablaba mucho, pero sin datos precisos, dado que en la
materia los alemanes eran muy avaros de información, incluso con sus
aliados y en particular con los italianos. Mussolini estaba ansioso
de saber pero cada vez que afrontaba el argumento se le respondía
con un muro de circunspección. De las armas secretas, Hitler y
Mussolini hablaron por vez primera durante un encuentro que
celebraron en abril de 1944 en las cercanías de Salzburgo, en el
castillo de Klessheim, construido por Hildebrand, padre del barroco
austriaco, que había pertenecido al hermano del emperador Francisco
José y que fue residencia estival de los obispos salzburgueses. El
encuentro duró tres días. Con Mussolini se encontraba el mariscal
Rodolfo Graziani, mientras que a Hitler le acompañaba Von
Ribbentrop, Keitel, Dollman y el embajador Rhan.
Mussolini
llegó de Italia en tren: Graziani en automóvil. El convoy especial
que llevaba al duce se detuvo en vía muerta. El führer esperaba a
su huésped en la estación. Utilizando automóviles, el grupo de
personalidades alcanzó el castillo en el que se hospedaron sólo
Mussolini y Graziani, mientras que los demás ocuparon un palacete en
el parque, que fue residencia del archiduque Pedro Fernando. El
primer coloquio, de alrededor de una hora, sirvió a Hitler para
trazar un panorama de la situación general, política y militar. Fue
un soliloquio en el curso del cual el jefe del III Reich vertió
sobre los presentes un torrente de impresiones y de declaraciones,
tocadas de un ligero optimismo. En aquella época, Hitler se
encontraba fatigado, decíase que perdía la vista rápidamente y,
desde luego, se notó que caminaba inseguro, seguido de continuo por
su médico personal. Durante las discusiones estuvo, sin embargo,
vivacísimo y agresivo. Afirmó que la conclusión de la guerra sería
sin duda victoriosa porque el inmediato empleo de nuevas armas
desharía los planes enemigos.
Paseando
por la estancia, mientras Mussolini, sentado en un sillón lo miraba
intensamente, ansioso de saber la verdad, dijo : “…tenemos
aeroplanos a reacción, tenemos submarinos no interceptables,
artillería y carros colosales, sistemas de visión nocturna, cohetes
de potencia excepcional y una bomba cuyo efecto asombrara al mundo.
Todo esto se acumula en nuestros talleres subterráneos con rapidez
sorprendente. El enemigo lo sabe, nos golpea, nos destruye, pero a su
destrucción responderemos con el huracán y sin necesidad de
recurrir a la guerra bacteriológica para la cual nos encontramos
igualmente a punto”. Con las manos a la espalda, la cabeza baja,
medía en largo y ancho la sala que resonaba a sus pasos. En un
momento dado se detuvo y, dirigiendo sus ojos enrojecidos sobre sus
huéspedes, añadió: “No hay una sola de mis palabras que no tenga
el sufragio de la verdad. ¡Veréis! ”.
Mussolini regresó a Gargnaro, sobre el lago de Garda, donde tenía
su residencia algo más tranquilizado, pero con evidentes deseos de
saber más.
En
el otoño de 1944 fui llamado a la villa de Orsoline, que se
encontraba poco distante de la villa Feltrinelli, en la cual el jefe
de la República Social habitaba con su familia y allí el duce me
dio el encargo de viajar a Alemania para ver, me dijo : ...más
de cuanto se me ha dicho en Klessheim donde sólo obtuve
informaciones genéricas. Comprendo las reservas del “führer”
pero al menos yo debería disponer de informaciones más precisas. Le
confío, pues, un encargo delicadísimo para el cual le he preparado
algunas cartas credenciales. A su regreso venga a darme cuentas.
Las cartas eran una para Goebbels y otra para Hitler.
RELATO
DE UN TESTIGO
Viaje
a Alemania en automóvil. En el cuartel general de Hitler en
Rastenburg, en Prusia Oriental el jefe del III Reich en persona,
después de haber leído la carta de Mussolini me autorizó a visitar
las fábricas de armas secretas y a asistir a varios experimentos.
Comencé con las fábricas subterráneas, concentradas sobre todo en
Baviera y en la alta Silesia. Estaba a punto de ser lanzada laV-2,
hablándose de ella como un perfeccionamiento de la V-1,
que se había demostrado demasiado lenta y por eso mismo abatible por
la caza británica. Vi una V-2 en su montaje y en el lanzamiento. Era
un ingenio de más de 14 Tm., cargado de explosivo de gran potencia,
previsto de un sistema de propulsión absolutamente nuevo. Tenía un
alcance de varios centenares de kilómetros, viajaba por la
estratosfera y caía sobre el blanco a velocidad supersónica. Ni los
aviones, ni los medios normales de avistamiento podían impedir la
caída o advertir la llegada.
Las
fábricas subterráneas a las que he hecho referencia, eran pequeñas
ciudades construidas en las vísceras de las montañas. Se bajaba con
ascensores, como en las minas. Las entradas, oportunamente
mimetizadas eran vigiladas por patrullas y defendidas por puestos de
ametralladoras y artilleros. Inmensas galerías, iluminadas de
continuo, se extendían a lo largo de kilómetros y kilómetros,
enlazadas por trenecillos que servían para el transporte del
material y de las personas.
Durante
la visita, vi también algunas galerías de la Luftwaffe en las que
se estaban concentrando los aviones de cohetes y a reacción para una
gran ofensiva. En las cercanías de Kiel donde en los astilleros
fortificados había varios sumergibles provistos de un ingenio, el
schnorkel, que les permitiría permanecer inmersos durante un tiempo
indeterminado, en un lugar observé a un gran torpedo. De especial el
artefacto tenía solo la cabeza, bastante gruesa. Supe por uno de los
ingenieros que se trataba de un torpedo acústico capaz de buscar el
blanco. Lanzados por un submarino, estos torpedos que navegaban en
inmersión, eran atraídos por las ondas producidas por las hélices
de los barcos atacados. Dotados de una velocidad superior a la de los
torpedos normales, estaban en condiciones de seguir y alcanzar
cualquier buque. De todas formas el punto fuerte del arsenal bélico
germánico era la bomba disgregadora, es decir la atómica, cuyo
primer experimento tuvo lugar en una isla del Báltico, en Rügen.
En
la noche entre el 11 y el 12 de octubre de 1944 me encontraba de
nuevo en Berlín. Un automóvil militar vino a recogerme al hotel
Adlon, en el que me alojaba. Uno de los Oficiales que se encontraba a
bordo del vehículo me comunicó que al regreso del viaje sería
recibido por el ministro Goebbels. Pregunté que a dónde íbamos
pero no contestaron. Partimos a las dos de la madrugada. Llovía con
insistencia. Una lluvia continua y sutil, desde un cielo bajo, lleno
de nubes hilachosas. Llegamos al destino hacia las diez. Sólo cuando
descendí del automóvil supe que me encontraba en la costa báltica,
en las cercanías de Stralsund, y que con una motora alcanzamos la
isla de Rügen. Este era el centro de experiencias donde se alistaban
las nuevas armas alemanas, un lugar secreto vigilado por unidades
especiales y vedado a quien no se encontrase en posesión de un
salvoconducto firmado por el jefe del Estado Mayor General de la
Wehrmacht.
Nos
dirigimos de inmediato a una zona protegida por árboles. En una
vasta área del bosque habían sido preparadas construcciones en
piedra y refugios de cemento armado. Entramos en una torre blindada,
semienterrada, a través de una puerta metálica que fue cerrada de
inmediato. Dentro estábamos cuatro: mis dos acompañantes, un hombre
vestido de un mono y yo. "Asistiremos
a una prueba de bomba disgregadora. Es el más potente explosivo
descubierto hasta ahora. Destruye todo.
No se resiste nada",
dijo uno. Casi no respiraba. Miraba el reloj y esperaba que fuese
mediodía, hora fijada para el experimento. Nuestro observatorio se
encontraba a algunos kilómetros de la zona del estallido. Hasta
la tarde -intervino
el hombre vestido con el mono-habrá
que permanecer aquí dentro. Saldremos al anochecer. La bomba
desprende radiaciones que pueden dañar seriamente. Su radio de
acción es mucho más amplio que el de una potentísima bomba normal.
Más o menos un kilómetro y medio. La lluvia se había hecho más
violenta. De pronto, en el interior del refugio sonó el teléfono.
Desde la central advirtieron que el experimento había sido
anticipado a las 11:45.
Desde
del refugio, a la altura de los ojos, tenia una aspillera protegida
por una cristal ahumado. Veía sólo árboles y tierra baldía y
oscura. El teléfono sonó de nuevo. Comunicaron la hora exacta con
la cual sincronizamos nuestros relojes. De pronto un bramido tremendo
sacudió las paredes de la torre; después de un resplandor cegador,
una densa cortina de humo se extendió sobre el campo. Nadie hablaba.
Con los ojos pegados a la aspillera miraba la nube que avanzaba
compacta. Fuimos engullidos por ella. La sensación era que la torre
se precipitaba en un abismo. Finalmente, el hombre vestido con el
mono, que era un coronel del Heerswaffencunt, el servicio dedicado a
la preparación de los armamentos, rompió el silencio y dijo:
“Lo
que constataremos hoy es de importancia excepcional. Cuando podamos
lanzar nuestra bomba sobre las tropas de invasión o sobre una gran
ciudad enemiga, los angloamericanos se verán obligados a meditar si
vale la pena continuar la guerra o concluirla razonablemente. Hace
años que estudiamos. A través de experiencias largas y fatigosas
hemos llegado finalmente a la realización del ingenio. Tenemos
establecimientos por doquier. Algunos han sido alcanzados y dañados,
especialmente en Noruega, pero en Peenemunde todo permanece intacto,
si bien los aliados han tratado de arrasar aquella central. En seis o
siete meses habremos construido las primeras bombas en serie y
entonces las cosas cambiarán, si bien algunos se encuentran confusos
ante el empleo de este terrible medio”.
Hacia
las dieciséis horas, en la penumbra, aparecieron unas sombras.
Corrían hacia nuestro refugio. Eran soldados que endosaban extrañas
escafandras. Entraron y cerraron tras de si apresuradamente la
puerta. Alles kaput!, dijo uno, después de haberse quitado la
protección. También a nosotros nos dieron una especie de albornoz
blanquecino, rugoso y filamentoso. No podría decir de que estaba
hecho, aunque al tacto parecía un compuesto de amianto. Ante los
ojos el cubrecabezas tenía un pedazo de mica. Calzamos botas altas
pero ligerísimas y metimos las manos en guantes del mismo tejido que
el albornoz. Salimos en fila precedidos por los soldados. A medida
que avanzábamos la tierra aparecía más revuelta. Hacía frío y la
humedad llegaba hasta los huesos en aquel bosque por el que parecía
que hubiera pasado una oleada de fuego. En un cierto momento, con el
pie golpeé algo. Era la carroña de una cabra carbonizada. Las
casitas que pocas horas antes había visto instaladas habían
desaparecido, reducidas a montones de piedras. Más nos avecinábamos
al lugar de la explosión y más la ruina tenía aspecto trágico. La
hierba había tomado un extraño color de gamuza y los árboles que
permanecían en pie estaban desprovistos de hojas.
LO
QUE DIJO GOEBBELS
Por
la noche regresé a Berlín. Hacia finales de octubre tuvo lugar mi
encuentro con Goebbels, en su casa de la Unterden Linden. Era la
primera vez que lo veía directamente. Vestía un traje gris con una
camisa blanca y una corbata azul a rayas rojas. Era pequeño, con el
rostro más bien oscuro y los ojos movilísimos y punzantes. Sé
por el subsecretario Neumann-me dijo-que
ha tenido una entrevista exhaustiva y que ha asistido a un
experimento en Rügen. Con estos y otros medios que en algunos meses
estaremos en condiciones de producir en gran número, podremos
inferirle al enemigo un golpe decisivo. La bomba disgregadora, cuya
fabricación en serie ha comenzado con un notable retraso sobre la
fecha prevista, será la gran novedad de este siglo. Una
contramedida, si tiene lugar, no será posible antes de un par de
años, cuando la guerra será ya un recuerdo…
Hizo
una pausa tras la cual añadió : De los
sumergibles especiales, provistos de schnorkel y de motores de
turbina; de las nuevas bombas V radiodirigidas, de las cuales la
última será una sorpresa sin precedentes; de los aviones
ultraveloces, de los cohetes A-4 y A-9 teledirigidos, dotados de una
autonomía de varios millares de kilómetros y accionados por un
ingenio propulsor alimentado por una mezcla de alcohol y de oxígeno
líquido; de todo cuanto nuestra técnica ha venido creando a través
de inmensos sacrificios y años de estudio, esperamos el milagro. Por
algunos meses aún debemos apretar los dientes, encajar y reaccionar
en los límites de lo posible. Necesitamos tiempo. Veinticuatro horas
perdidas podrían ser determinantes.
A
mi pregunta de que si los aliados estaban al corriente de estos
secretos, respondió : Sin duda. Sus
servicios de inteligencia trabajan sin descanso. Estos bombardeos
continuos, conducidos por formaciones de centenares de aviones, son
un índice del nerviosismo del enemigo. Churchill, que es sin duda el
más inteligente y sagaz de nuestros adversarios, no se hace
ilusiones. Sabe que las posibilidades de nuestra técnica son
infinitas. Ingleses y norteamericanos buscan las fábricas de las
“Vergeltungswaffen”. Visan sobre todo a Peenemunde y a los
depósitos de agua pesada, pero con escasos resultados. Para apoyar
la obra de los bombarderos han pensado en enviar comandos a las
costas de Alemania oriental y a Noruega. Muchos saboteadores han sido
capturados : en Noruega, sin embargo, una central de óxido de
deuterio ha sufrido daños bastante serios.
Goebbels
se refería al golpe de mano cumplido por el noruego Knut Haukelind,
quien junto con otros siete paracaidistas consiguió volar un buque
cargado con al menos dos toneladas de agua pesada y dañar el
establecimiento de Ryukan.
El
agua pesada-dijo-es el elemento
esencial para la fabricación de la bomba disgregadora. Ya antes de
la guerra habíamos avanzado por ese camino pero las investigaciones
se suspendieron, a causa del desarrollo favorable de las operaciones
militares. El “führer” estaba convencido, como por otra parte lo
estaban muchos de sus colaboradores, que el conflicto se resolvería
victoriosamente sin necesidad de recurrir a armas del género. El
profesor Otto Hahn, director del Instituto Kaiser Wilhelm, junto con
Strassman, dio a Alemania el prodigioso descubrimiento de la fisión
nuclear.
El seis de junio de 1942 yo estuve presente en una reunión decisiva sobre los estudios atómicos. El "führer" les preguntó a los científicos cuanto tiempo sería necesario para alcanzar resultados positivos. Le contestaron que al menos dos años. Hitler dijo que era demasiado, pero pidió que continuasen los experimentos sin fijar una fecha precisa. Solo en 1943 cambió de idea y ahora se trabaja a toda marcha, pero entre enormes dificultades.
Preguntado sobre si la bomba disgregadora podría resolver por si sola la suerte de la guerra, me contestó : No completamente. Si junto con la bomba hay buena infantería y carros la cosa cambia. A esta infantería y a estos carros les estamos dando un armamento que el enemigo ni imagina. Tenemos cañones de nuevo tipo, cohetes e instrumentos que nos permiten mirar y tirar en la oscuridad con toda precisión. Esta especie de lámpara invisible es un objeto no mas grande que una mano. Con él los vehículos pueden moverse como en pleno día, los artilleros apuntar sin preocuparse por la falta de luz y los carros atacar.Tenemos una docena de cohetes teleguiados cuya potencia es sorprendente y la precisión desconcertante. Cuando el enemigo vea caerle encima una lluvia de A-4 y A-9, el uno con 10 y el otro con 15 Tm. de cargas atómicas, no se si juzgará útil seguir combatiendo...
Preguntado sobre si la bomba disgregadora podría resolver por si sola la suerte de la guerra, me contestó : No completamente. Si junto con la bomba hay buena infantería y carros la cosa cambia. A esta infantería y a estos carros les estamos dando un armamento que el enemigo ni imagina. Tenemos cañones de nuevo tipo, cohetes e instrumentos que nos permiten mirar y tirar en la oscuridad con toda precisión. Esta especie de lámpara invisible es un objeto no mas grande que una mano. Con él los vehículos pueden moverse como en pleno día, los artilleros apuntar sin preocuparse por la falta de luz y los carros atacar.Tenemos una docena de cohetes teleguiados cuya potencia es sorprendente y la precisión desconcertante. Cuando el enemigo vea caerle encima una lluvia de A-4 y A-9, el uno con 10 y el otro con 15 Tm. de cargas atómicas, no se si juzgará útil seguir combatiendo...
Goebbels
añadiendo: Para nosotros, ahora, el único problema es resistir.
Cualquiera en nuestras condiciones, se hubiera rendido hace ya
tiempo. Día y noche la aviación enemiga descarga sobre nosotros
toneladas de bombas en la esperanza de que cedamos. Hoy los aviadores
norteamericanos se pasean por los cielos alemanes. Dentro de algunos
meses, con la presencia de nuestros nuevos aviones, ya no ocurrirá
así. Nos bastan seis, siete meses al máximo. Son muchos, lo sé,
pero la apuesta es enorme, decisiva. La salvación de Alemania ha
sido confiada a sus genios.
Fueron
sus últimas palabras antes de despedirme. Por la calle la gente
reentraba de los refugios. Sobre Berlín había una claridad
neblinosa. En el horizonte se reflejaban unos incendios.
Los
meses indicados por Goebbels transcurrieron y la guerra acabó con la
derrota de Alemania. Muy pocos de los medios prodigiosos mencionados
entraron en acción, y por tanto quienes sostuvieron que las armas
secretas eran solo un expediente propagandístico creyeron haber
tenido razón. Sin embargo, como he dicho al principio, ni Churchill
ni los Estados Mayores, ni los servicios secretos aliados, incluido
el de los rusos, eran de ese parecer y sus preocupaciones como
observaron una vez finalizadas las hostilidades, eran más que
fundadas. El capítulo de las armas secretas era una realidad pasmosa
de la guerra. Los prodigios de hoy, que duda cabe, nacieron entonces.
- Luigi
Romersa -
(fin de la primera parte)
- En el equinocio de primavera -
FERNANDO NARAYANA 20.3.14
FERNANDO NARAYANA 20.3.14
OOOOOOOOOO
INDICE DE ESCRITOS EN ESTE BLOG
En la página de este blog "INFORMACIONES DIVERSAS" :
podéis ver un índice general de lo escrito aquí mas otras cosas.
OOO
SEGUNDA PARTE
ARGUMENTOS
BÁSICOS
NEGACIONISTAS
Voy a exponer a continuación argumentos que para mi niegan el
hecho de que la bomba atómica lanzada en Hiroshima fuese de origen americano y, por tanto, también niegan, tal como se nos ha contado, el grandioso "Mannhatan Project", para la construcción de la bomba atómica en los Estados Unidos.
No todos los argumentos tienen la misma fuerza de convicción, porque algunos
son totalmente contundentes y otros pueden serlo en menor grado, por una u otra
causa, pero todos sirven para ir aumentando en algún grado la certidumbre de
que la primera bomba atómica era de origen alemán, y no solo era de este origen
la primera sino que todas las que se han hecho después fueron consecuencia de
esa primera bomba atómica alemana. Ellos pudieron hacer esa bomba porque alguien entre ellos, Von
Ardenne al menos, tenía el verdadero conocimiento de la naturaleza de la
estructura del átomo y por ello pudo realizar la bomba, y sin ese conocimiento
era imposible.
Con el conocimiento convencional de lo que era el átomo, esa realización era totalmente imposible como ya
explicaré, aunque en parte ya he explicado, porque si ese átomo es de una
existencia imposible, como ya he mostrado en este blog, lo lógico es que sea
muy difícil extraer energía por medio de él.
Aportaré también información de que en última instancia Hitler no
quiso hacer uso de ella, pero realizó una demostración de sus efectos, a fin de
buscar un entendimiento que pusiese fin a las hostilidades. Esa demostración
fue lanzándola sobre los bosques de Siberia, a una distancia igual a la que
separaba Alemania de los Estados Unidos. Ese lugar de Siberia fue Tunguska. El
lector con deseos de buscar claves explicatorias al famoso fenómeno ocurrido en
ese lugar y que dicen que fue en 1909, se le abre con esto la posibilidad de
realizar interesantes búsquedas y meditaciones sobre ese asunto, cuya conclusión
puede ser mas que excepcional.
OOO
ARGUMENTO 1
(3-Marzo-14)
(3-Marzo-14)
Se ha escrito acerca de los primeros momentos del descubrimiento
de la desintegración atómica, y como inmediatamente se empezó a crear una
especie de cordón de seguridad en torno a ese fenómeno, pero yo digo que eso se
cuenta ahora pero aquel momento las cosas no eran así porque de lo que estaban
seguros en América, empezando por Einstein, es que de la fisión del átomo no se
podría obtener nunca energía útil y hablo de un tiempo posterior al
descubrimiento en laboratorio de esta posibilidad.
Uno de los muchos libros en los que se habla del revuelo que
produjo ese descubrimiento por Otto Hahn en Alemania y posteriormente mejor
aclarado por su ayudante Lise Meitner, es la obra de George Gamow
"Biografía de la Física", pag.
240. En él se dice que estando Niels Bohr en una conferencia de física
organizada por la Universidad George Washington (29.1.1939) recibió una carta
de Lise Meitner, que por aquel entonces se había trasladado a trabajar a
Estocolmo, en la que le informaba de que había recibido una carta de Otto Hahn
en la cual la decía que el y su actual ayudante, Fritz Strassman, bombardeando
uranio con neutrones habían encontrado presencia de bario, y que pensaba que
eso era el resultado de una fisión o desintegración en dos del núcleo de uranio
golpeado por un neutrón. Tan pronto como Bohr leyó la carta la dicusión se
desvió del tema, relatívamente poco interesante de la conferencia, "para
dar paso a un vivo debate sobre si la fisión del núcleo de uranio podía llevar
a una liberación de energía nuclear en gran escala".
Pronto se vio que la fusión del núcleo de uranio iba acompañada
por la expulsión de un par de neutrones, que a su vez pueden provocar el mismo
fenómeno en núcleos contiguos y así sucesivamente, lo cual representa una
reacción en cadena que rápidamente abarcaría a todo el trozo de uranio con el
desprendimiento de tremendas cantidades de energía nuclear. Dice Gamow que enseguida empezó a regir la
primera norma de seguridad, invitando a salir a un periodista que había allí y que se había puesto rápidamente a tomar notas y que hasta entonces estaba medio
dormido.
Es muy bonito contar ahora esa historia, pero la realidad es que
no existía entonces esa convicción de poder obtener energía nuclear de esa forma.
Os voy a aportar una idea aclaratoria del pensamiento real de ese momento. En
la obra de J.M. Sanchez Ron "Marie Curie", pag. 250, este autor
habla también de esos mismos momentos en los que se pensaba que se podría
liberar grandes cantidades de energía por medio de la reacción en cadena
provocada por los neutrones, y a esto añade lo siguiente : “Pero para casi todos los físicos
implicados en el asunto, aunque estas ideas eran imaginables y, por
consiguientes, acaso posibles, su realización se veía muy alejada en el futuro.
Como se decía en el número de octubre de 1939 de la revista de divulgación
científica “Scientific American“ : “La producción de energía mediante la fisión
nuclear no pasa del ámbito de lo posible.
Bajo las condiciones actuales, el proceso es tan poco eficiente como sacar
arena de una playa grano a grano“.
Esto lo decía nueve meses después la principal revista de
divulgación científica de alto nivel de aquel país, pero voy a añadir mas.
Alwyn McKay fue uno de los primeros científicos que estudiaron el campo nuclear
; trabajó dos años, 35 al 37, con Niels Bohr en el instituto de este último y
posteriormente en el Atomic Energy Research Establishment de Harwell
(Inglaterra ) hasta su jubilación ; así pues, es un buen conocedor del tema
atómico durante aquel tiempo y ha plasmado parte de su conocimiento en su obra
“La construcción de la era atómica“. En la
página 55 de esa obra se refiere al contacto que el banquero Alexander Sachs
tuvo con el presidente Roosevelt el 11 de octubre de 1939 para entregarle la carta de Einstein en la
que advertía de los peligros de reacciones nucleares en cadena. Como
consecuencia de esta reunión Roosevelt nombró un comité consultivo sobre el uranio presidido por Lyman J. Briggs, director de la Oficina Nacional de Pesos
y Medidas. El comité presento poco tiempo después un informe “según
el cual la energía nuclear y las explosiones nucleares eran posibilidades, pero
no contrastadas por el momento. A partir de entonces, sin embargo ellos
quedaron bastante tranquilos, y nada importante ocurrió en los meses siguientes
; eran pocos aún los que en América tenían la sensación de urgencia.“
Continúa el autor diciendo que, tanto para los franceses
como para los británicos, la bomba era una posibilidad demasiado remota. Y yo
añado que tratándose de hacer actuar neutrones para conseguir el
desencadenamiento de energía o explosión, como así pensaban, la posibilidad de
conseguirlo era nula porque en la aniquilación de materia y
surgimiento de energía no tienen nada que ver los neutrones, como vengo
diciendo, debido a que se de donde surge la energía, cosa que sabía Tesla y
sabían, estoy seguro, el grupo alemán que construyó la bomba que realmente
explotó, tanto en Hiroshima como en la experiencia que presenció Luigi Romersa
y relatada mas arriba, y digo grupo porque en Alemania había tres grupos,
totalmente independientes y secretos en su trabajo, que estaban investigando en
el tema de la bomba atómica.
El autor de la obra, Alwyn Mckay, viene en mi ayuda
cuando poco después veo que dice que el objetivo primario de todos los grupos
de investigación era una reacción en cadena de neutrones automantenida y añade que “En
agosto se logró con éxito la obtención de cadenas cortas, que, aunque acababan
por extinguirse, constituían un resultado esperanzador. El optimismo disminuyó
ligeramente cuando al mes siguiente Kowarsky corrigió un error teórico
generalizado y demostró que el valor de “k“ en su modelo era mucho menor que la
unidad. Esto, por supuesto, convenía con el hecho de que la cadena no se
propagara.“
Ese valor de “k“ es un coeficiente que nos indica hacía donde van
los hechos ; es como si en un juego de azar, la ruleta, por ejemplo, vemos que
la media, o coeficiente de ganancias, después de analizar muchísimos resultados
de una estrategia de juego es mayor que la unidad ; esto quiere decir que la
producción de ganancias con esa estrategia es positiva en términos de media, ya
que al jugar una unidad por cada bola la ganancia es mayor que la unidad, luego
ese coeficiente indica que las ganancias van a mas en términos medios, mientras
que si es menor que la unidad quiere decir que se pone en juego una unidad pero
la media de ganancias por cada bola es menor que la unidad, por lo cual los
resultados van a menos por término medio, lo cual quiere decir que a largo
plazo ese sistema lo que hace es perder o extinguir el dinero. Exactamente lo
mismo ocurre con esa reacción en cadena que opera durante un tiempo pero que
termina extinguiéndose. En este caso son muy válidos los cálculos matemáticos,
realizados por el tal Kowarsky, ya que corrigen ese error teórico
generalizado y permiten ver que por ese camino no se va a ninguna parte y
que por ello las reacciones se extinguen. Es en casos así donde la matemática
es útil en la ciencia, mientras que la herramienta matemática no se puede
emplear cuando lo que hay que emplear primeramente es la lógica de la mente, y
si no se hace así vienen los conflictos tan frecuentes en la ciencia por
emplear primero, y con devoción infinita, lo que no es mas que una herramienta
de ayuda a la lógica mental.
Creo que queda claro que el asunto de los neutrones no tienen nada
que ver con la energía atómica producida. Este camino de las matemáticas y de
esas experiencias realizadas, es un camino diferente al que yo empleé para llegar a la
conclusión de que los neutrones no tienen nada que ver en este asunto. Lo mío tiene que ver
con la estructura real del átomo y, como expondré mas adelante, con la forma de
realizarse la explosión atómica y que fue como Von Ardenne lo hizo. Ya se que
se sigue explicando actualmente mediante los neutrones, pero es porque
actualmente siguen sin saber como es realmente el átomo y de donde surge la
energía, y, como consecuencia de ello se aferran a lo que se aferran. También
puede ocurrir que a cierto nivel mundial se sepa, porque después de la guerra
Von Ardenne trabajó para los que le hicieron prisionero que fueron los rusos,
aunque nunca se sabe si “cantó“ la verdad de lo que supongo que sabía o se
guardó el secreto, como siempre hizo Tesla, para seguir siendo necesario, cosa
que no solo ocurre a estos personajes sino que es cosa mas bien generalizada
porque a nadie le gusta dejar de ser imprescindible si puede seguir siéndolo.
Así, pues, el asunto de los neutrones, kaput ; solo sirve para
hacer las cosas difíciles y que los estudiantes se sigan rompiendo la crisma
con todas las historietas que les cuentan y que no son pocas.
Voy a terminar este primer argumento, que sirve para aproximarnos
a la verdad, con fragmentos de este libro por el cual se ve claramente que por
el camino convencional admitido no se va a ninguna parte. En la página 10 nos
dice que la teoría del átomo de Bohr, basada en los saltos cuánticos se
encontró con dos dificultades ya que a veces proporcionaba una solución
incorrecta y por otro tenía deficiencias filosóficas sobre las que el mismo
Bohr dirigió repetidamente su atención ; “por
ejemplo, en su modelo atómico original había rechazado la electrodinámica
clásica, pero había utilizado la mecánica clásica para calcular la energía de
un electrón en su órbita : ¿ porqué habrían de resultar válidos los conceptos
clásicos en un caso y no en el otro ?.
Werner Heisenberg, que en 1924 viajó
desde Alemania pata trabajar con Bohr, ha escrito que „las dificultades... se
tornaban cada vez mas desconcertantes, [las] contradicciones internas parecían
ir en rápido aumento, hasta llevarnos a una crisis... .“
Los que hayáis leído mi anterior artículo con el título de “El átomo convencional no existe“, os
percataréis perfectamente de esto porque esa estructura del átomo no existe,
además de ser absurda, pero como ya he dicho muchas veces lo absurdo es lo que
interesa que se imponga a fin de crear eternos conflictos y con ello impedir la
marcha normal de la ciencia y de la humanidad. Claro está que uno se percatará, si no es un esclavo incondicional de la ciencia, porque en el caso de serlo no
hay nada que hacer. Son tales las cadenas que se han forjado en torno del mundo
de la ciencia que el autor dice en esa misma página que la mecánica cuántica
subyace en todo el trabajo que se describe en este libro y dos líneas mas
adelante dice que “resulta bastante curioso que la mayor parte
de la historia de las armas nucleares y de la energía nuclear puede narrarse sin ninguna referencia a la
mecánica cuántica“. En la
página siguiente habla de lo absurdo de esa mecánica cuántica del átomo de Bohr
y sus saltos cuánticos. ¿Entonces porqué esta gente sigue enganchada al
absurdo? ; pues por lo que he dicho poco antes, y porque si quieren vivir de lo
que tanto les ha costado estudiar no tienen mas remedio que aceptar la
esclavitud, y si no la aceptan pues a la calle y a vivir como puedas. En el
caso de Von Ardenne las cosas fueron totalmente diferentes, tanto por su situación
personal como por lo que en esos momentos se vivía en Alemania, circunstancia
que permitió escapar de lo que el Sistema de Poder impone mundialmente como
norma respecto de lo que es la verdad y lo que no es la verdad.
El fin del primer capítulo termina diciendo que “la
ciencia nuclear se ha construido mucho mas sobre la base de descubrimientos de
los experimentadores que de las predicciones de los teóricos, y la estructura
del núcleo aún se conoce de forma imperfecta“. Y tan
imperfecta que es una enorme barbaridad todo lo que han inventado sobre la
estructura del átomo. La ciencia trabaja en base a ensayo y error, como ya dije
que trabajan “los tocadores de teclas“ en un ordenador, lo cual
lleva a descubrir hechos que suceden en base al trabajo de una infinidad de
tocadores, pero esos tocadores ignoran totalmente la naturaleza del fenómeno
que tienen entre manos. Conocen los efectos, sí, pero ignoran la naturaleza del
fenómeno que los produce.
Esto es tecnología porque lo que a esta la interesa es lo
práctico, solucionar el problema y ganar dinero con ello, pero la ciencia es
conocer el fenómeno en sí porque su conocimiento puede traer inmensos
beneficios al hacer las cosas de una manera infinitamente mas sencilla, pero el problema es que la ciencia prácticamente no existe o no se la deja que
exista. Es posible que en aquella Alemania se la empezó a hacer existir, al
dejar aparte a tanto teórico del absurdo y el desconcierto, porque al Sistema
le interesa el desconcierto y lo que ocurrió en Alemania fue un rompimiento con el Sistema, y el abrir el paso a otra forma de hacer ciencia es para mi la razón por la que aquellos pudieron hacer lo que hicieron.
Bueno, termino con algo muy aclaratorio para lo que quiero exponer
que dice el autor del libro mencionado en la página 65.
“En
términos de organización, recursos y conocimientos científicos,
el
proyecto alemán era el mas potente del mundo en aquel tiempo.“
OOO
ARGUMENTO 2
7-OCT.-16
EL
CUENTO
DE
LOS
ESPÍAS
ATÓMICOS
Me
supongo que habrás creído la historia aquella de los espías
atómicos americanos que revelaron secretos sobre la construcción de
la bomba atómica a los soviéticos y de esta manera estos pudieron
también construirla, motivo por el cual esos espías fueron
procesados y ejecutados. Yo también me creí esa historia porque no
tenía argumento o información para pensar que pudiera haber otra
versión de los hechos. Hoy día ya no pienso de la misma manera
debido a que con el paso del tiempo he adquirido poco a poco otra
información, mediante la cual creo que no hubo tal transferencia de
conocimientos a los soviéticos debido a que ellos eran los que
tenían la verdadera información de como funcionaba el asunto de la
bomba atómica, así como que el régimen soviético no es realmente
enemigo del gobierno americano, fuera del teatro que han llevado a
cabo por necesidades del guión, sino hijos de la misma madre y
actores con papeles contrapuestos en la obra de teatro que han
representado por mandato del Sistema de poder.
Los
soviéticos tenían esa información porque el que verdaderamente
hizo posible la explosión atómica fue el científico alemán
Manfred Von Ardenne, el cual, al finalizar la última guerra mundial
cayó del lado soviético y fue trasladado a la Unión Soviética,
donde prosiguió obligatoriamente sus trabajos, de la misma manera
que otros científicos alemanes fueron trasladados a los Estados
Unidos. Una de las bombas que Von Ardenne construyó en Alemania fue
la que después explotó en Hiroshima. Rusia fue la que tenía el
secreto de la posibilidad de explosionar esa bomba antes que los
Estados Unidos, pero en el guión de la obra de teatro que se había
montado las cosas tenían que suceder al revés. Era necesario hacer
las cosas así con el fin de quitar valor a la ciencia y tecnología
super-adelantada que se desarrolló en el mundo nazi, porque de no
hacerlo así y contar la verdad estarían mitificando el régimen
nazi que creó tanta riqueza y tan inconcebible desarrollo
tecnológico en solo diez años y partiendo de una realidad
extraordinariamente agobiante en lo económico. Y es que de otra
manera la gente se haría muchas, muchísimas preguntas, sobre la
verdadera naturaleza de ese régimen político que, por ejemplo, en
pocos años creó la Seguridad Social mas avanzada del mundo mientras
que en los Estados Unidos todavía no se ha creado. Era necesario,
pues, crear otro tipo de verdades para el pueblo y como consecuencia
de ello se dio orden al Departamento de Creacion de Mentiras
Gigantescas para que trastornase por completo esa realidad. Este se
puso a trabajar y el resultado es el que se ha contado y ha creído
toda la gente, menos los buscadores de la verdad que han tenido la
suerte de tropezar con otro tipo de información y ha sabido meditar
sobre ella.
Eso
que se llama el Establishment, o Sistema de poder, que es como lo
llamo yo, es el propietario de la mas gigantesca instalación
industrial para la producción de grandiosas mentiras de toda nuestra
galaxia. Si crees en producciones emanadas de esta instalación como,
por ejemplo, la llegada del hombre a la Luna y que lo de las Torres
Gemelas fue obra de esa gente que nos han contado, entonces es mejor
que no sigas leyendo porque no podrás digerir ni unos gramos de lo
que voy a exponer y creo que lo mejor es que no te indigestes.
Hoy
cogí un libro para ver que podía encontrar en él para contaros,
porque en ese bastante desconocido libro he encontrado de vez en
cuando informaciones muy interesantes. El libro se editó en 1954, y
en español en 1957 por la Universidad Nacional Autónoma de México,
y tiene el título de "Las ciencias de la energía"
y su autor es J.G. Crowther, el cual había escrito veintiún libros
sobre los avances de la ciencia y su historia, y ha ocupado
importantes cargos en el mundo científico. En ese libro tengo
acotaciones en diversas páginas y también notas escritas a pie de
página con comentarios míos. Concretamente, la nota que tenía
escrita en este caso decía así : "Todo
esto era un montaje y había que realizarlo para que quedase claro
que eran los americanos los poseedores del secreto de la construcción
de la bomba atómica, y de esta manera tapar la posibilidad de que
fuese de conocimiento general lo de que fueron los nazis los
conocedores del asunto de la bomba atómica, como en los primeros
momentos posteriores a la guerra se decía y se escribía".
Voy
a exponer la razón que me motivó a escribir esta nota, y es el
siguiente fragmento escrito en la página 169 del citado libro : "No
se ha procesado a ningun ciudadano británico o americano por revelar
secretos científicos a los nazis. En contraste se ha procesado
ruidosamente a personas supuestamente culpables de haber revelado
secretos científicos a un aliado".
Lo primero es imposible porque eran precísamente los alemanes los
que sabían como podía explosionar una bomba atómica, y en
lo referente a lo siguiente era porque había que crear el montaje
aquel de la guerra fría y se consideró que el montaje que hicieron
con estos espías era lo adecuado para el comienzo de esa guerra. Como
los americanos no ahorran nada para que los montajes que hacen sean
totalmente creídos al mas alto nivel posible, lo que hicieron fue
pillar a un científico y con el montaron la historia que montaron
junto con su mujer. El autor continua diciendo lo siguiente : "Estos
casos culminaron con la electrocutación de Julius y Ethel Rosenberg,
bajo la acusación de conspirar para comunicar secreto atómicos a la
Unión Soviética. Esta sentencia provocó una reacción mundial de
alarma y motivó las gestiones, desgraciadamente inútiles, ante el
Presidente de los Estados Unidos, de personas tan distintas como el
Papa y el Presidente de la República Francesa, así como millones de
gentes sencillas de muchos países.
Muchísimas
personas que han examinado los testimonios contra los Rosenberg han
quedado profundamente turbadas ante su naturaleza extremadamente
insatisfactoria ; y en ellas deben haber surgido muy serias dudas
sobre la justificación de tratar de fortalecer el propósito del
secreto recurriendo a tales procedimientos".
Yo tengo muy poderosas
razones para aceptar que todo esto de los espías al servicio del
comunismo es un gran teatro como todo lo demás de ese enfrentamiento ; en primer lugar porque los Estados
Unidos necesitaban crear un gran teatro que se mostrase como
totalmente realista respecto del enfrentamiento con su aliado, y de
esta manera hacer creer a todo el mundo que era completamente cierto
todo aquel montaje teatral que montaron y con el cual se dio comienzo a lo que se llamó la guerra fría. El gobierno USA, y
también el soviético, necesita de la existencia de un enemigo con
el cual justificar todas las injustas medidas que toman y que son
muchas, y por ello lo crean y lo alimentan dentro de un plan conjunto
y oculto. Con el cuento de la existencia del peligrosisimo enemigo
que tienen delante realizan gigantescos gastos con gigantescas
ganancias para determinadas empresas y políticos, además de leyes
con las cuales atar al ciudadano y complicarle la vida cada vez mas y
mas. De esta manera todos los desvaríos de leyes que hagan estarán
justificados por cuanto que estas serán necesarias para proteger a sus
ciudadanos de tan terrible enemigo. Está claro que esto del
peligrosísimo enemigo es infinitamente rentable, y sin ese enemigo no
podrían vivir tales sistemas políticos, que de manera muy diferente
se dedican en realidad a no dejar que el ciudadano, y los países del
mundo que cada bloque domina, puedan manifestar su verdadera
potencialidad.
En otro blog mio ya he
descrito muchos argumentos irrebatibles que he ido recogiendo de
diversas fuentes sobre la falsedad de que los americanos hubiesen
construido la bomba atómica, teniendo en cuenta que esas fuentes no
hablaban sobre esa falsedad pero claramente se puede deducir de su
confrontación y análisis, cosa que yo he hecho.
Von Ardenne fue el
mayor genio de los últimos tiempos en el terreno de la ciencia y
tecnología mas avanzada, y por ello pudo construir por primera vez
la bomba atómica, que en Alemania se trataba de construir por tres
vías o departamentos diferentes y aislados entre sí.
Ahora bien, por todo lo
anteriormente explicado había que hacer de Von Ardenne un total
desconocido y así se hizo. Espero hablar de él en otra ocasión y
también de escritos que he encontrado en los que ahora se puede
deducir claramente, por boca de su dirigente, que la Unión
Soviética tenía ya el secreto de la construcción de la bomba
atómica antes que los americanos. Todo esto de la construcción de
la bomba atómica por los americanos, que estaban inmensamente atrás
en el desarrollo tecnológico respecto de Alemania, ha sido una obra
mas de teatro de la infinidad de producciones teatrales que el
Departamento de Mentiras Gigantescas del gobierno de ese país puede
producir cuando las circunstancias se lo demandan.
OOO
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